
Isaac Newton nació el 4 de enero de 1643, en la villa de Woolsthorpe situada cerca de Cambridge. Fue el mismo año (según el nuevo calendario gregoriano) en el que falleció Galileo y completó la visión mecánica de la naturaleza que había iniciado el genio italiano. Sus respectivas biografías guardan un evidente paralelismo, aunque sus diferencias de carácter fueron notorias. Galileo destacó por un talante natural polémico que manifestó con frecuencia defendiendo sus opiniones científicas. Al contrario, Newton manifestó un notable desinterés por compartir sus ideas, incluso en comunicar sus descubrimientos.

Trinity College en Cambridge.
En el campo científico, Galileo y Newton siguieron caminos paralelos y sus aportaciones personales fueron decisivas para desarrollar la Mecánica. Ambos encontraron en la Geometría la puerta de entrada al método científico. El primero lo hizo cuando descubrió el libro de los Elementos de Euclides (c.a. 325 – 265 a. C.) y los tratados de Arquímedes sobre el equilibrio de los cuerpos. El segundo recibió y cultivó una extraordinaria formación matemática. A los 18 años ingresó en la Universidad de Cambridge y años después se graduó en el Trinity College y se procuró una formación autodidacta. Leyó la Geometría de Descartes, la Aritmética de John Wallis y varios tratados de Galileo y de Huygens. En 1663 recibió clases del matemático Isaac Barrow que era el primer titular de la cátedra Lucasiana, fundada por Henry Lucas, el miembro del Parlamento.

Autógrafo de Newton, (biblioteca del Science History Institute).
La comprensión del espíritu propio de la Geometría y del Cálculo Analítico dotó a Galileo y a Newton de una habilidad superior para captar los rasgos cuantificables de los fenómenos naturales. A lo cual hay que añadir el ingenio creativo para crear el lenguaje matemático adecuado a los datos experimentales.
Los trabajos de investigación de Newton manifiestan los rasgos propios del método científico: 1) Idealización; 2) Simbolismo y 3) Creatividad.

