APÉNDICE 4. ¿Espacio y tiempo relativos?

Magnitudes físicas y el sustrato de la cantidad

El problema planteado sobre la simultaneidad de dos sucesos, que son observados desde un sistema de referencia en movimiento, de acuerdo con Hartmann, exige distinguir entre el momento de la observación y el del suceso en sí:

La marcha de la luz tiene su duración por lo que no puede la simultaneidad de los sucesos ser idéntica a la de las observaciones .

Hartmann Nicolai (1960): 264.

Nicolai Hartmann (1882 – 1950). Nacido en Riga (Lituania) . Estudió filología clásica, medicina y astronomía. En 1905. Sus primeros trabajos son sobre filosofía antigua y ciencia: El comienzo filosófico de la matemática de Proclo, sobre la lógica del ser de Platón (1909) y Cuestiones fundamentales filosóficas de la biología, (1912). Fue soldado alemán en el frente ruso durante la Primera Guerra Mundial.

Aborda el problema del conocimiento desde diferentes enfoques:  psicológicos, lógicos y éticos. Trata el problema del conocimiento desde el conocimiento mismo. Comenzando así la metafísica del conocimiento, que desarrolla ampliamente desde el aspecto ontológico.

La clave que explica la no simultaneidad , cuando el observador se mueve, reside en que la observación se realiza un tiempo después de producirse el suceso; esto es, cuando la señal electromagnética (la luz) llega al observador. Y lo hace antes al observador del  tren que se acerca a B. Mientras que el observador inmóvil, situado en el punto medio entre A y B, recibe al mismo tiempo,  ambas señales procedentes de A y de B.

En cuanto  categoría filosófica la cuestión relativista está ausente del “concepto de tiempo”.  Por ello, es preciso subrayar la diferencia entre la noción de tiempo, de la noción de duración, como lapso de tiempo transcurrido por la señal luminosa, desde la emisión del destello de luz, hasta su llegada al observador. Desde el punto de vista ontológico, hay que distinguir entre la “cantidad” y los “sustratos de la cantidad”. Pues toda cantidad, lo es de “algo”. Por sustratos, entendemos con Hartmann ,propiedades o magnitudes físicas, tales como el trabajo, el peso, el tiempo, el espacio, etc. Tales “sustratos se sustraen a todo intento de apresarlos cuantitativamente, porque son supuestos de las relaciones cuantitativas reales”. A partir de estas premisas, cabe afirmar que, la teoría de la relatividad “relativiza los sustratos de las posibles relaciones de medida. El resultado final de este modo de proceder -que prescinde de identidades y anula las diferencias cualitativas– es que “los sustratos de la relación se resuelven en relaciones” (Hartmann, 1986: 8).

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En resumen, teniendo en cuenta lo expuesto hasta aquí, puede afirmarse que, la relatividad especial o restringida establece los requisitos que deben cumplir los sistemas de referencia en movimiento con velocidad constante, para que todas las leyes físicas sean equivalentes. Ese es el objetivo primordial de la teoría. Para lo cual, la operación de medida es la clave de todo el asunto. 

Teniendo en cuenta que la dimensión temporal y el espacio son consideradas categorias o formas de la intuición (según Kant, «tiempo y espacio formas de la intuición») ,  no quedan afectados por las mediciones de dispositivos materiales. Únicamente como magnitudes físicas mensurables, deben considerarse relativas. Es decir dependiente del sistema de referencia en movimiento desde el que se mida. En la filosofía kantiana, la diferencia entre espacio y tiempo consiste, en que el primero es forma del sentido externo y el segundo es forma del sentido interno. Este paralelismo entre uno y otro se expresa en relatividad ampliando las tres coordenadas espaciales de la física clásica (x, y, z ) a las cuatro (x 1,x2,x3,x4), siendo x4 = -1ct). Es decir, considerando un espacio cuatridimensional.

Pero, el problema en cuestión tiene un interés metodológico más amplio, ya que incide sobre la diferencia entre entre la medida de una determinada magnitud física y lo que tal magnitud representa. El resultado de la medida pertenece al ámbito de la matemática, que en sí no tiene significación física. Los números y sus relaciones sólo significan algo cuando expresan valores referidos a magnitudes. Así, por ejemplo, el número 50 no hace referencia a ninguna entidad física, mientras no sea el resultado de una medida expresada en determinada unidad; por ejemplo  en metros. Cuando se escribe 50 m. (50 metros) se tiene el valor de tal magnitud; una longitud , en ese caso. Por tanto, el número, que como tal, tiene un significado estrictamente matemático, adquiere un sentido físico, por tanto, está referido a la realidad material, esto es, a una propiedad física que se aprecia por los sentidos.

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Reloj de sol

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