Michael Faraday combinó destreza experimental y especulación creativa. Con la ayuda de ambas cualidades y su ingenio concibió la noción de Campo de Fuerza; una de las más útiles en física. La idea tiene su raíz en la teoría cartesiana sobre el Universo. Fue desarrollada por Leibniz y por científicos, como los hermanos Bernoulli, Oersted , Boscovich y por filósofos como Kant. Todos ellos, especialmente Boscovich, debieron influir en el pensamiento de Faraday. Pues esas teorías compartían la idea de un Universo como un espacio pleno. Este nuevo enfoque que consideraba un medio continuo donde se transmiten las fuerzas es más apropiado que el de «acción instantánea a distancia», de la teoría newtoniana. El nuevo modelo era aplicable, tanto a la atracción gravitatoria, como a la atracción y repulsión electrostática.
La mayoría de los científicos de la época compartían la teoría de la «acción a distancia» . Sin embargo, Faraday discrepaba de sus colegas y en el año 1819 comenzó a pensar en una teoría más apta que la de «acción a distancia». Fue una tarea que le mantuvo ocupado el resto de su vida. El resultado de su trabajo lo llamó Campo de Fuerza, y , en efecto, fue un modelo más apropiado y capaz para explicar el intercambio de acciones dinámicas en el espacio. Posteriormente, fue desarrollado por Maxwell, Lorentz y Einstein, entre otros científicos.
¿Cuál era la razón que inducía a Faraday a discrepar de sus acreditados colegas? A juicio de Berkson, no era una mera actitud de rechazo, sino una posición consciente basada en las ideas de su maestro Davy y fruto de la lectura de A Theory of Natural Philosophy , cuyo autor Roger J. Boscovich, era un científico de origen serbio, nacido en 1711. La obra expone una imagen del universo físico, como espacio poblado por «partículas activas de materia».
En 1816, Faraday conocía la teoría, como lo confirman algunas notas que utilizó a propósito de las conferencias que impartió en esa fecha. En la referencia siguiente se detalla su idea cosmológica de la materia.
«La idea de la solidez ha encontrado oposición, e incluso todavía se discute una teoría que establece que la materia es simplemente una colección de puntos matemáticos, atractivos y repulsivos; y como estos puntos no tienen partes, se dice que no tienen extensión ni solidez; y que si fuera posible superar las fuerzas atractivas y repulsivas, dos porciones de materia podrían coexistir en el mismo lugar.
Berkson, W. (1981): 48-49. Nota 14. Las teorías de los campos de fuerza. Desde Faraday hasta Einstein. Alianza Editorial, Madrid.
En este marco teórico sobre la estructura física del espacio, El Campo de Fuerza encontró un terreno apropiado. Es razonable, pues, afirmar que tal idea nace a partir de una visión filosófica del mundo, que va tomando cuerpo bajo el influjo de observaciones y experimentos de laboratorio. No se trata, por tanto, de una mera especulación al estilo característico de la Naturphilosophie. Esa concepción acerca del medio donde se producen los fenómenos sirve de soporte para interpretar los resultados experimentales y dar mayor coherencia a los enunciados teóricos.
Faraday introdujo una hipótesis más radical al prescindir de la materia y considerar que la fuerza era la única «sustancia». Así a partir de 1840, expuso su pensamiento en A Speculation touching Electric Conduction and the Nature of Matter . [Una especulación sobre conducción eléctrica y la naturaleza de la materia].
En el modelo de Faraday, la fuerza está asociada a cada punto del Campo de Fuerza y admite diversas modalidades (fuerzas químicas, gravitatorias, eléctricas, magnéticas, etc). Se explica de modo más convincente la trasmisión no instantánea de la fuerza entre dos puntos del espacio. Con ello, resulta más coherente admitir que la transferencia de fuerza entre puntos del espacio no es instantánea,sino que implica cierta duración.
La imagen de un medio formado por puntos contiguos, estaba avalada por los procesos de electrolisis, en los que se produce trasporte de cargas eléctricas en sustancias líquidas. A partir de este hecho experimental, Faraday aplicó al espacio inmaterial, lo que ocurría en un medio líquido, cuyas partículas contiguas permitían la trasmisión de fuerza eléctrica.

